miércoles, 27 de mayo de 2009



Este comentario Fue hecho el dia 25 de Noviembre del 2008




La normalidad esclarecedora de la verdadera historia del Magno Alejandro.


Ayer vi “Alexander”, es decir, la versión de Oliver Stone de la historia del conquistador Macedonio Alejandro Magno.

Al margen de que actúan Angelina Jolie, Colin Farell y una serie de figurines destellantes y hermosos, me gustó la visión bisexual y escandalosa de un héroe.




Obviamente, no es la mejor película de Stone, ni la mejor película que haya visto, pero para haberla visto en HBO a las 21 horas está bien,a decir verdad, muy bien, demasiado bien.

Tampoco creo que sea lo más entretenido del mundo hacer películas sobre héroes de la antigüedad y por eso terminan poniéndole mucho talento a las escenas de batallas en manifestaciones apoteósicas de poder, con cientos de dobles vestidos falditas, cascos y escudos dorados y accesorios parecidos a lindos escobillones al revés en a cabeza, a todo sol por supuesto, para que se vea bien portentoso todo.


Esta no es la excepción. En esta película también unos cien dobles son repetidos con programas computacionales hasta el infinito y más allá, generando la idea del ejército más grande del planeta. Simultáneamente me acuerdo de la flota eterna de Brad Pitt en “Troya”, película que me dijeron que es pésima y que nunca vi, pero que alguna vez me crucé con esa imagen en algún canal gringo, y me impacté, debo admitirlo.

El movimiento de cámara en estos casos es algo que se va perfeccionando y es indispensable para ayudar al impacto visual del espectador. Va dando cuenta con alejamientos y sutilezas aéreas de las formaciones de los soldados y las evoluciones en contra del enemigo, ya que al menos yo nunca entiendo nada de lo que van a hacer en la páctica cuando los generales o cabecillas del cuento mueven roquitas de acá para allá en torno a la fogata la noche anterior a la “gran batalla” para ponerse de acuerdo en quién hace qué, cómo y para qué

Alexander viene a dar crédito en al historia antigua a la homosexualidad. Lo que en realidad no es novedad alguna, ya que la idolatría al cuerpo humano dada por los griegos, por ejemplo, en sus olimpiadas daba pie a un narcisismo preocupante que probablemente desembocaba en que el amor se buscara en lo que más se pareciera a sí mismo… otro hombre. Puede ser eso, o que también como la mayoría de los animales en este mundo, somos bisexuales en esencia y es la razón y las normas morales las que nos condicionan.

Siguiendo con nuestra película de hoy, un Aristóteles absolutamente homosexual y desinhibido [no una loca, sino que un completo hombre gay] les enseña historia y geografía en la infancia a estos niños, entre ellos Alejandro que es hijo del gran rey de Macedonia (y Grecia en el transcurso de la película) Filipo (Val Kilmer) y su primera esposa, la hechicera Olimpías (Jolie) .


Esta última es la gran artífice de la personalidad de Alexander, quien es un Edipo que llega a conquistar medio mundo sólo escapando del control destructor que ejerce su madre sobre él.
Desde muy pequeños, los pupilos de Aristóteles se sienten interesados los unos en los otros, generando lazos de amor fraterno al principio y que luego traspasan los límites y finalmente son lazos de amor de pareja.

Así, el estupendísimo ídolo juvenil Jared Leto se convierte en Hefestión, el amor de toda la vida de nuestro Alejandro, interpretado por Colin Farell, otro estupendo. Hefestión es, en efecto, el único de los contendores de lucha que practican desde niños que logra derrotarlo – como dicen en la película muy “gaymente” – controlándolo con los muslos.*


En fin, no sé, me dio esa idea de reivindicación no burda de las minorías sexuales a través de la figura de Alejandro Magno:
Una metáfora exquisita por momentos. Ya que Alexander es el gran conquistador que fundó casi una decena de ciudades con su nombre hasta la India; que llevó a las Alejandrías las bibliotecas y la cultura; que hizo viajar la idea de Ciudad-Estado por gran parte de África, Asia y regiones indómitas y desconocidas hasta ese momento; que doblegó a los feroces persas (Irán hoy); que estuvo marchando millones de kilómetros con su enorme ejército por varios años; que luchó contra guerreros en elefantes; que sobrevivió a las pestes, el monzón y los animales desconocidos en las selvas indias; que se casó con tres mujeres de distintas procedencias sociales y culturales para unificar su imperio.

Es muy buena la metáfora, ¿no creen?. Todo eso lo hizo un tipo que tenía un complejo de Edipo del tamaño de un buque petrolero y que estaba enamorado de su amigo de la infancia. Un homosexual haciendo la pega épica de lo que todos creen que sólo puede hacer un hombre, un macho recio motivado por el orgullo y la sed de gloria que sólo su especie corpulenta sabe lo que es.


No pues! Alejandro no sólo quería lo mismo desde su balcón de bisexual bien tirando para homo, sino que además con toda normalidad anhelaba en la conversación con su amado Hefestión cuando ambos se sentaran a observar junto a sus respectivas esposas y a sus lindos hijos crecer al resguardo del imperio que habían conquistado a punta de espada y cubiertos de sangre de pies a cabeza (según la imaginación gor de Oliver Stone), como buenos machos que también eran y que se comían a las bellezas exóticas y salvajes cuando querían, en menor número, claro, en que disfrutaban entre sí.Es eso lo que me gustó de la película, ese guiño de sagacidad y burla al expresar una dualidad sexual honesta por la que transita sin culpas y con toda normalidad un héroe de la antigüedad, que es parte de la mitología, ya que no se sabe si murió en India en la batalla contra los elefantes o si sobrevivió y murió envenenado por su propia legión varios años más tarde - como nos cuenta Oliver Stone en la voz de Anthony Hopkins, que hace las veces de Tolomeo, ex soldado que estuvo cerca de él y que se convirtió en emperador de Egipto tras su asesinato y correspondiente lucha de varios años por el poder y dividirse el imperio creado por Alejandro.


Finalmente, queda que vean la película porque en realidad es bien gay en la forma y el fondo, pero de una manera tan normal y hasta bella que yo terminé llorando con su historia de amor.
Ya ni me fijaba que eran dos hermosos hombres con los ojos delineados y ataviados de sus prendas gay árabes, africanas y orientales en toda la película, con túnicas glamorosas y enormes, llenas de brillo y pomposidad, abrazándose con un amor entrañable.

Esta reacción tan favorable en el espectador y que termina siendo media cómplice, es un logro del director Oliver Stone, ya que, si se fijan bien, en toda la película no hay un solo beso de ellos, es decir, los hay, pero no es menester de Stone mostrarlos, no generando impacto ni rechazo jamás. (Lastima porque yo si queria ver aunque sea uno.)

En efecto, su mirar, el lente, se enfoca justamente en la reacción de otros en un beso, por ejemplo, en medio de un abrazo muy tierno, el espectador sabe que se besaron, pero lo que ve es la sorpresa de la esposa de Alejandro que ingresa al cuarto en ese momento.


Esta última, la Reina Roxana sorprende aún más al público al preguntar ¡si lo ama!, y él le responde que hay muchas formas de amar. ¡Normal pues, qué te vas a poner a juzgar si ellos están de lo más bien! Bueno, así con la absoluta normalidad de que Alejandro Magno haya ido bisexual y feliz, sólo atormentado por su madre y su inagotable deseo de generar un mundo distinto con matices de socialismo utópico y despotismo ilustrado, donde la cultura y el saber sean potestad de todos los “libres” [excluidos esclavos, si era la antigüedad, no Utópia Tanto no iba a cambiar la cosa!]

… Compleja mezcla, pero a veces podría ser mejor que un mundo globalizado que se quiere creer civilizado y que vende el simulacro de serlo y que en vez de decirle “esclavos” a los esclavos y cortar el weveo, se dice “agentes productivos” o “mujeres y hombres”, “empleados”, etc…




NOTAS FINALES:
Este comentario es casi tan desordenado y ecléctico que no me acuerdo ni de lo que escribí. Espero lo disfruten, ya que nunca me contratarán en ningún lado para hacerlo de manera profesional por lo que no lo leerán en otro lado, ya que existe la mala costumbre en el periodismo de hoy de organizar tanto las ideas que los límites del tema no te dejan aportar ninguna reflexión de otros ámbitos de la vida. Lo que por supuesto es adrede… ¡¿porque sino cómo dominamos a las masas si no es con la ignorancia, la bulia y la nula reflexión?!

Sera mejor que calle por ahora, antes de que me fusilen debido a algunos comentarios que estoy segura no pasaran de largo ante el ojo crítico.
PD: Ame a Hefestion, me parecio quizás el personaje mas razonable de toda la pelicula... y ame cuando murió me hizo soltar lagrimas, esa calidad de actuacion es propia de Jared Leto, mas conocido como Jordan Catalano en "My so called Life"

Helloz....

Hola, de nuevo, soy Alexcalling_way antes tenía otro blog, pero como me hackearon la cuenta y tuve uno que otro problemas sobre el uso del internet, tuve que dejar mi blog por un tiempo...


Hoy he de volver a comenzar, pero primero, voy a subir los articulos que publiqué en mi anterior blog... Espero que sea de vuestro agrado.


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Alexcalling